"El otro día me preguntaba. ¿Por qué las personas recurren a sustancias, no se como denominarlas. "dominantes" o "invasivas", para sacar a flote todo su "valor" y hacer cosas que, estando en todos sus cabales, no se atreverían a hacer?
Claramente, yo ahora no estoy en todos los míos y, me pregunto, ¿Qué clase de cosas "valientes" estaré dispuesta a hacer ahora?
Fácil responder: Nada que no pueda atesorar.
Si no puedo recordar algún suceso con cariño, es porque no es importante para mi, y si no es importante, entonces no vale pena alguna.
Por deducción, no logré encontrar esa famosa valentía escondida tras el alcohol; así que, claramente, sigo siendo una cobarde arrepentida que, a menos que lo haga por error, no pude enviarle este texto a la persona para la cual lo escribí."
Esto lo escribí el Sábado 14 de Marzo a las 2:30 am, luego de haber ido a beber un poco de cerveza con una amiga: estaba bastante fuera de mi misma como para que se me dificultara escribir todo eso, pero no lo suficiente como para enviarlo por error o por convicción.
Lo escribí en el chat de conversación con alguien a quien quería enviárselo, pero este texto estuvo ahí digitado, estático, esperando ser enviado, hasta hoy al medio día que lo transcribí a una servilleta y, al fin, lo borré del chat sin llegar a enviarlo jamás; por orgullo, por rencor o vergüenza; no podría asegurarlo, pero jamás llegaran a su destino estas palabras.
Podría haber escrito mucho mas sobre el licor, sus efectos, sus sensaciones, idas y venidas; pero creo que mi mejor resumen personal sobre este, lo escribí estando consumida por si,
Sigue sin gustarme; me sigue desagradando su olor y sus efectos; me hace sentir bastante mal, enferma, desubicada. No me gusta,
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