Estuve pensando sobre las malas situaciones y los sentimientos; las emociones.
¿Como te pueden suceder cosas que destruyan a tu familia en fechas tan familiares como lo es navidad?
Hoy me desperté tarde, eran las 14:30 (a las 16 entraba a trabajar), y Anka estaba tirada a mi lado igual de dormida que yo; hacía demasiado calor, mucha humedad; recuerdo que este mismo día, hace un año, hacía muchísimo mas calor, pero hoy me afectó mas que aquella vez. Me desperté con ganas de seguir durmiendo hasta que terminara el día; no tenía sueño, pero el mal humor me dominaba. Tenia mucha hambre, pero no me daba tiempo de comer algo antes de irme a trabajar, prefería darme una ducha; puse, a todo volumen, las canciones mas suaves de Avenged Sevenfold (están en mi todo últimamente) y cantaba a todo pulmón, sintiendo mi alma desgarrarse, sus canciones (principalmente Dear God -recuerdos-).
Efectivamente, llegue tarde a trabajar luego de preferir pagarle doble al taxista antes de ponerme a pelear con él; con mi estado de animo, estuve a un suspiro de explotar y decirle muchas cosas; pero logre suspirar. Aquel suceso, claramente, no ayudo a mejorar mi estado de animo, por el contrario, lo empeoro. El calor tampoco ayudaba, y menos aún el hecho que nadie fuera al lugar en el cual trabajo y por ende no tuviera nada para hacer; el tiempo no pasaba, me carcomía mentalmente cada minuto, cada instante que miraba el reloj y seguía estático en aquel 17:19 (me molestaba aún el hecho que ninguno de aquellos tres números -1,7,9- son de mi agrado -sí, así de sensible estaba-). Cuando al fin pude ir a comer algo, me senté con mi café y mi sanduche, a cada bocado me sentía a punto de derramar una lagrima, mi pecho dolía, me faltaba el aliento y mis ojos pesaban mas que nunca; "Te necesito" pensé, pero estábamos a cientos de kilómetros (300, para ser exactos); a mi conciencia, a mi polo a tierra. Extrañamente (aunque algo normal en mi), el comer me cambio el estado de animo; una enorme sonrisa apareció en mi rostro; quienes me conocen saben que la comida me hace feliz; pero ese estado no duro mucho, la nostalgia me invadió de nuevo; siendo aún mas extraño que encontrara tranquilidad limpiando todo.
Es raro como, sin motivo alguno, los sentimientos nos pueden dominar, la típica presión de las lagrimas presiona nuestro pecho e inunda nuestros ojos, sin motivo alguno; sí, esas cosas suceden, por lo menos a mi.
Cuando llegue a casa, aún con mal estado de animo, me estaba esperando el novio de mi amiga (la "dueña" de Anka) pidiéndome dejar verla; me basto solo verlo para saber que estaba mil veces peor que yo, pero él sí tenia motivos para estarlo. Charlamos, tomamos agua (continuaba el calor), charlamos, charlamos y charlamos sobre la vida; sobre unas enorme alas negras que estaban librándose de su única atadura en la vida; una muy brutal y dolorosa, pero necesaria libertad estaba siendo obtenida. Hablar con él me hizo recordar una corta conversación que había tenido ayer con un amigo donde decíamos que todo tiene su otro "sentido", solo que las personas no saben interpretar todas las palabras, se quedan solo con la definición del diccionario o la que le da la persona que se las enseña, pero no es así, todo tiene mas de un significado, no solo las palabras, también las situaciones, la vida misma. Aún mis extraños sentimientos de hoy tenían un doble significado, lo se, los conozco, los descubrí; ellos no intentaron esconderse de mi, querían ver que tan buena era interpretándolos, que tanto los conocía a ellos, que tanto me conocía a mi misma.
"Un suspiro basta para limpiar nuestra alma, para aclarar nuestra mente, para refrescar nuestros sentimientos; para todo."
No tengo un gran autor para hoy, solo tengo una pequeña ocurrencia de persona con alma de niña, encerrada en el cuerpo de una joven que, en algún momento, se hará vieja, pero seguirá siendo una niña eternamente.
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